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Espacio personal de Victoria Pineda

AUNAY ONO CABLEAN ANDALUCÍA

A la hora de acceder a la red, la cualidad que demandan en mayor número sus usuarios es la velocidad de conexión. El cable es la nueva tecnología que ha garantizado una mayor rapidez a la hora de transmitir datos. Es un negocio rentable, pero arriesgado, que llegó a Andalucía de la mano de ONO y Supercable. Tras ser sometido a concurso público, el pastel de las demarcaciones fue repartido en Andalucía, dividiéndose la comunidad en dos zonas cada una de ellas controladas por las anteriores compañías. En la actualidad, Supercable ha pasado a manos de Auna, siendo Aunacable la nueva marca del grupo en este sector.

Las ventajas que ofrece el cable son suficientes para que éste triunfe sobre las formas tradicionales de conexión a Internet. Si lo comparamos con la tecnología ADSL, la limitación del ancho de banda de ésta condiciona su velocidad de transmisión. Por ello, no es de extrañar que el cable se coloque en un escalafón superior al ADSL. Gracias a la fibra óptica y al cable coaxial es posible alcanzar mayor ancho de banda que por medio del par de hilos de cobre. Aunacable es consciente del futuro prometedor del cable y lo alienta lanzando ingeniosas promociones a sus usuarios. Bajo el lema la tecnología más actual a precios del ayer, la compañía lanza un pack con telefonía, televisión e Internet por 45 € al mes. Por otra parte, la compañía ONO anunció el pasado 1 de abril en Jerez una revolución en Internet por medio de su servicio de banda ancha a 3 megas. Gracias al cual los andaluces podrán disfrutar de las ventajas ya empleadas con anterioridad en el resto de Europa.

En la actualidad, el cable está cada vez más inserto en los hogares, es más cercano y ha conseguido desbancar a la telefonía tradicional. Sin embargo, no todas las localidades Andaluzas pueden hacer uso de él, ya que es necesaria la implantación de unas estructuras que lleguen a los lugares remotos de la Comunidad Autónoma. Incluso en ciudades como Sevilla, no todos los barrios han podido acceder a esta tecnología. Debido al riesgo del negocio, la que fue Supercable empezó cableando las zonas de la ciudad con mayor poder adquisitivo como los Remedios y Nervión. Tal es la necesidad de ampliar las zonas cableadas, que Aunacable ha pedido a la administración que subvencione a las empresas privadas extender el cable por las zonas rurales.

LIBRO DE ESTILO DIGITAL

Los periódicos digitales están basados en un soporte, Internet, donde nada ha sido establecido. No existen precedentes debido a lo novedoso del medio. Por lo tanto, las reglas en relación a la prensa digital se establecen a partir de las tendencias marcadas por aquellos diarios digitales de mayor antigüedad y con una experiencia más exitosa en la red. “A medida que se van asentando las ediciones en Internet, se plantean una serie de incógnitas sobre el formato definitivo que alcanzarán las mismas. Las tendencias actuales apuntan a que las ediciones digitales tenderán a ofrecer una serie de servicios añadidos, en la línea de los portales. Posibilidades de chat o de compra a través de la Red son algunos de los recursos que ya es posible encontrar en las publicaciones en la Red”.(1)

Al igual que las ediciones impresas, la prensa digital debe poseer un manual, a modo de libro de estilo que marque las pautas a la hora de elaborar la información. Éste ayudaría a los periodistas en su labor, ya que le enseñaría a aprovechar todas las cualidades que ofrece la red. Por lo tanto, el libro de estilo de un medio digital no tendría semejanza con los actuales de medios impresos; porque se trata de dos soportes totalmente distintos cada uno con sus cualidades diferentes. Por ejemplo, imponer el Libro de estilo de el País a la edición digital sería una aberración, ya que esto contribuiría a desaprovechar las múltiples características que nos ofrece el nuevo soporte y que no se contemplan en ese manual para prensa escrita. Por ello veo conveniente que para la elaboración de unas “normas digitales” es preciso recurrir a las ventajas que el ciberespacio proporciona.

En cuanto tratamiento de la información debemos basarnos en la interactividad que proporciona la red. El hipertexto se convierte en el mejor aliado del periodista para contextualizar los contenidos y desarrollarlos. Una de las primeras “normas digitales” será entonces, el obligado uso del hipervínculo en los textos periodísticos. Según afirma Ramón Reig “el receptor es en sí mismo el usuario de una base de datos que puede utilizar para intentar romper el discurso simplista que pueda observar. Hasta la misma edición de un periódico que en su versión de papel ofrece un enfoque simple amplía su visión y la enriquece en su edición digital.” (2)

Por otra parte, el diario digital no debe contentarse con volcar única y exclusivamente la información de su edición impresa. Gracias a la inmediatez de este soporte, la actualización de noticias debe estar presente en todo periódico digital. Siguiendo los consejos de María José López Pouralli considero que el único desfase temporal permitido, es el tiempo que le toma al periodista redactar la nota, o actualizarla, y subirla a la red (generalmente mediante un clic).

El continente de la información también debe ser atractivo para el lector cibernético. Este nuevo soporte ofrece mayores posibilidades visuales que la prensa en papel. Por ello es necesario desarrollar estas posibilidades y convertir el periodismo digital en un periodismo más visual. Además, no olvidemos que hoy en día aún nos es incómodo leer grandes textos en pantalla. Ante esta dificultad recomiendo que los diarios digitales posean mayor número de infografías (en color, en movimiento, con sonido…).

Para completar los servicios informativos de la prensa digital creo que es recomendable la inclusión de medios de participación ciudadana. Por ejemplo a través de foros, chats y encuestas; gracias a las cuales el lector participe de forma activa en el periódico. Asimismo, para facilitar el seguimiento de algunas noticias al usuario la prensa digital debe brindarle servicios de hemeroteca, de búsqueda o el envío de titulares sobre un tema específico. Gracias a estas ventajas se logrará crear un medio más cercano y personalizado, muy distinto a su antecesor (la prensa en papel) pero con la misma esencia: INFORMAR

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1. ARMENTIA VIZUETE, José Ignacio; Caminos Marcet, José María; Elexgaray Arias, Jon; Martín Murillo, Flora, y Merchán Mota, Iker. El diario digital, Bosch, Barcelona, 2000.

2. Reig, Ramón, Dioses y diablos mediáticos, Urano, Barcelona, 2004

LA INFORMACIÓN SIEMPRE SE PAGA

Ante la decisión de El País digital de convertirse en un periódico de pago, Juan Luis Cebrián argumentó que “no era justo que los lectores que compran el diario en papel tuvieran que costear a los que lo leen por el ordenador.” A mi juicio, esta medida no se llevó a cabo para defender a los lectores de prensa en papel de esta “terrible injusticia”. Si no más bien se trata de una argucia empresarial cuya única finalidad es proporcionar beneficios a la empresa periodística. La captación de suscriptores se convierte en uno de los objetivos principales en las campañas de marketing de El País. En el pasado 2004 el número de lectores de pago rondó los 41.000, y esto trajo consigo numerosos beneficios económicos a modo de publicidad que aumentó en un 62%. Otra forma de afrontar la información pagada es la que lleva a cabo El Mundo. El diario solo cobra por la consulta de la edición impresa. Es un método bastante acertado, ya que el periódico ofrece a sus ciberlectores una edición digital de buena calidad. No obstante, resulta . bastante absurdo ofrecer íntegramente la edición impresa, ya que esto implica el desaprovechamiento de las cualidades que ofrece Internet (el hipertexto, la inmediatez, la interactividad o los recursos multimedia)

Son muchos los que hoy en día piensan que lo que tiene valor cuesta. Los lectores desconfían de los contenidos ofrecidos gratuitamente y cuestionan la calidad de estos. Diarios como El País son conscientes de esta tendencia y por ello lanzan una edición digital donde el pago de la información aumenta el prestigio y la calidad de las noticias en el subconsciente del lector. Digo esto, por que el hecho de que un periódico sea gratuito no implica que las noticias ofertadas sean poco fiables. En la actualidad la información gratuita está en auge. Nuevos medios como Qué!, 20 minutos o Metro son suministrados a diario entre todos los transeúntes. Gracias a la prensa gratuita, la imagen de gran parte de la población con un periódico bajo el brazo ha vuelto a recobrar fuerzas demostrando que aún no toda la confianza en el periodismo está perdida.

Si miramos al terreno digital, las nuevas alternativas al periódico de pago florecen. Un claro ejemplo es el caso del buscador Google que ha incorporado un nuevo servicio:Google News. El buscador de noticias es capaz de proporcionar cada 15 minutos noticias de más de 4.000 medios de comunicación poniendo en portada aquellas que tengan mayor relevancia. También existen periódicos exclusivamente digitales y gratuitos como IBLNEWS, Libertad Digital o El Semanal Digital.

Gracias a los nuevos medios gratuitos la información es accesible y cercana al receptor alcanzado cotas de mayor difusión. No obstante, la información pagada ofrece también grandes ventajas. Cuando un lector se suscribe a un medio digital es mucho más exigente con los contenidos que recibe, obligando a la desaparición de aquellos espacios gratuitos de menor calidad. La competencia está servida entre los diversos medios, siempre y cuando todos ellos sean de pago. De esta forma sobrevivirán aquellos espacios que hayan sabido adaptarse a las necesidades del público y ofrezcan información fiable.

No nos engañemos. En el fondo toda la información se paga, consciente o inconscientemente por el lector. No hay que olvidar que los periódicos, tanto digitales como impresos, son un negocio y forman parte de un proyecto empresarial. El pago puede ser explícito a través del lector que aporta el capital, o bien por medio de la publicidad. Es decir, el periódico vende información al lector al mismo tiempo que vende “lector” al anunciante.

LA NOMENCLATURA TRADICIONAL SE RESIENTE: ¿CÓMO LLAMAR AL PERIÓDICO DIGITAL?

Según el diccionario de la Real Academia Española la palabra “periódico” se define en sus primeras acepciones como un adjetivo encargado de designar algo que se repite con frecuencia a intervalos determinados. No es de extrañar que se emplee esta nomenclatura, bastante acertada, para designar a las publicaciones emitidas diariamente. No sólo España se ha valido de la característica de la periodicidad para dar nombre a la prensa diaria, los franceses también se basan en ella y le dan el nombre de “journal” (proveniente de “jour”, que quiere decir día). Sin embargo, el mundo anglosajón y sus “newspapers”, toman como punto de referencia el soporte (papel) sobre el que se insertan las noticias.

Con la llegada de las nuevas tecnologías y su aprovechamiento por parte de los medios de comunicación, los diarios tradicionales innovaron y pasaron a valerse de todas las ventajas que ofrecía la red Internet para la transmisión de noticias. En el contexto de la era tecnológica se produce una singularidad, ya que, a pesar de que el soporte ha cambiado y el formato de transmisión de información evoluciona, los periódicos en red aún se siguen llamando como aquellos impresos en papel. En este punto sería necesario un cambio de nomenclatura que se adecuase a las cualidades que ofrece este nuevo tipo de prensa digital.

¿Cómo cambiar el nombre de un producto asentado en el mercado y en la mentalidad de los lectores? Resultaría bastante arriesgado, sin embargo considero que se trata de una necesidad si el producto quiere que sus lectores lo relacionen con las nuevas tecnologías de las que se vale. El debate está servido ¿qué nombre merece un periódico digital? Podríamos valernos de la periodicidad, característica empleada por franceses y españoles como he mencionado anteriormente, o aludir al soporte como idearon los ingleses. Atendiendo a la publicación de noticias, la prensa digital presenta información nueva en menor intervalo de tiempo que la prensa tradicional. Las actualizaciones de las páginas webs se realizan varias veces al día como ocurre con el diario digital El Mundo, por lo tanto el nombre de “diario” está totalmente obsoleto. ¿Sería idóneo el nombre “actualización”? La verdad es que no lo considero el más apropiado, por ello mejor será centrarme en el nuevo soporte, Internet, y en las nuevas cualidades que ésta le confiere al tradicional periódico. La inmediatez y la interactividad son dos características esenciales del nuevo medio, por lo tanto sería conveniente que el nuevo nombre incorporase el prefijo In o Inter en alusión a ellas. Al tratarse de un medio multimedia, que además de texto proporciona imágenes en movimiento y sonidos, el antiguo periódico podría ser conocido bajo el nombre de “infovisión”.

Si atendemos al mundo cibernético en el que está inserta la información, no sería tan descabellado denominar como “ciberinformación” a este nuevo periodismo. Al principio creí que el término “ciberinformación” iba a ser novedoso, sin embargo pronto descubrí que otros periodistas ya lo habían empleado como es el caso de Juan Valera al afirmar que “la ciberinformación es más atractiva que la información.”

En la búsqueda de nombres aparecieron otros que hacían referencia a Internet, como por ejemplo “redinforma”, “cibernoticias” o “barco”. Éste último se refiere a la capacidad que tienen las noticias para navegar por la red, relacionándose unas con otras a través del hipertexto. Gracias a éste el periodista tiene la posibilidad de ampliar la noticia con enlaces a otras noticias, con material complementario como fotos y vídeo y enlaces externos que nos permitan contrastar la información. Teniendo en cuenta la importancia del hipertexto, ¿por qué no llamar así a la prensa digital? Hipertexto.

EN BUSCA DE LA INFORMACIÓN SINTETIZADA

Los soportes informativos evolucionan, sin embargo la forma de presentación de la información en los medios digitales no dista de aquella empleada en medios tradicionales como la prensa escrita. La estructura de la pirámide invertida aún sigue empleándose, sin llegar a exprimir al máximo nuevos elementos que nos ofrece el mundo digital como es el hipertexto. Ilustrativas son las palabras de Ramón Salaverría al afirmar que "las técnicas redaccionales clásicas de la prensa de papel, tales como el empleo en la escritura de noticias del formato textual conocido como pirámide invertida, se han trasladado a la publicación en Internet y apenas se han incorporado formas nuevas de informar que aprovechen a fondo las potencialidades hipertextuales del nuevo medio" (1) . Lo ideal en este caso sería utilizar la pirámide invertida combinándola con las múltiples ventajas que ofrece el hipertexto. Por medio de las conexiones hipertextuales sería posible dotar de profundidad al texto informativo, una profundidad necesaria para que el ciberperiodista elabore un buen análisis de la realidad que será transmitido al receptor y facilitará la comprensión de los acontecimientos.

Contar los hechos de mayor a menor interés en un texto periodístico aparentemente ha quedado obsoleto en la red, ya que la información no está condicionada a un espacio. A diferencia del videotex y el teletexto, las informaciones ofrecidas actualmente por Internet superan los 300 caracteres que rara vez alcanzaban los contenidos emitidos por estos dos medios pioneros. Sin embargo, a pesar de la profundización ilimitada en la información que nos garantiza la red, auguro que el receptor de noticias digitales seguirá decantándose por la recepción de información sintetizada. El ritmo de vida que lleva actualmente la población haría imposible que el lector se parara ante la pantalla de ordenador (incómoda para la lectura, ya que las generaciones actuales aún están acostumbradas a leer en papel) y se empapara a fondo de toda la información ofrecida por el medio. Éste preferirá enterarse de lo esencial (quién, qué, cómo, cuándo, dónde y por qué) leyendo el titular y la entradilla, y si la noticia requiere interés entonces será el momento de pasar a profundizar, pero no antes. De esta forma, el receptor evita que la gran cantidad de información inmediata que ofrece Internet termine saturándolo. Según Giovanni Sartori “una elección infinita e ilimitada es una fatiga infinita y desproporcionada (…) corremos el riesgo de asfixiarnos en una exageración de la que nos defendemos con el rechazo (...) el exceso de bombardeo nos lleva a la atonía, a la anomia, al rechazo de la indigestión: y de este modo todo termina en una nimiedad.” (2)

(1) Salaverría, Ramón. De la pirámide invertida al hipertexto. Novática (Revista de la Asociación de Técnicos de Informática) vol. 142, noviembre-diciembre de 1999.

(2) Sartori, Giovanni. Homo videns. La sociedad teledirigida. Taurus,Madrid, 1998.

EL BOOM DE LA TELEFONÍA MÓVIL

Hace años hubiera resultado impensable la expansión que ha adquirido la telefonía móvil y de qué manera se ha llegado a convertir en un elemento indispensable para todos, tanto para desarrollar nuestro trabajo, como en las relaciones personales, ya que hoy día quién no posea un móvil puede ser considerado como un “bicho raro”. Sin embargo, el boom de la telefonía móvil no es una moda pasajera, debido a que como nueva tecnología es la que mejor transmite la sensación de libertad y movilidad, como su propio nombre indica, a los usuarios. La consecuencia directa de esto es que gracias a un teléfono móvil aumenta nuestra calidad de vida haciéndola más fácil, ya que nos permite comunicarnos con cualquier persona, siempre que la cobertura lo permita, transmitir mensajes cortos, transmitir imágenes con una minicámara digital incorporada , acceder a Internet, etc. Además, en la actualidad a través de la red UMTS los llamados móviles de la tercera generación incorporan novedosos servicios multimedia.

Este conjunto de ventajas convierten a la telefonía móvil en un sector en crecimiento e innovación, todo ello facilitado por la liberalización en este campo. A través de ésta, las diversas empresas de telefonía móvil llevan a cabo ofertas más atractivas para los usuarios, como por ejemplo la compañía Retevisión, que a diferencia de Telefónica, cobra las llamadas por segundo y no por minuto. La competencia favorece el desarrollo, pero un desarrollo de calidad, debido a que la concesión de licencias de telefonía comporta un escrupuloso análisis de viabilidad técnica y económica de las empresas candidatas. Por otro lado, al existir mayor competencia entre las compañías de telefonía móvil, se genera más publicidad, por lo tanto el consumidor conoce mejor las características del producto ofertado.

El teléfono móvil es en la actualidad la pieza tecnológica más pequeña y manejable y constituye un elemento cotidiano entre nosotros, que ha sabido insertarse en nuestra realidad diaria. Su fácil manejo junto al diseño atractivo y funcional que ofrece, hace que haya calado hondo en nuestra sociedad, llegando hasta causar adicción entre sectores de la población. Este instrumento universal y cercano que facilita la comunicación entre humanos se ha visto inserto en numerosas polémicas que afectan a la salud de aquel que lo emplea. A pesar de que no existe un consenso médico sobre los peligros que puede ocasionar el producto, hay quien ha llegado a afirmar que las ondas electromagnéticas emanadas por el teléfono móvil y las antenas de telefonía producen radiaciones nocivas para la salud.

COMPAÑÍAS ELÉCTRICAS Y TELEFÓNICAS EN IGUALDAD DE CONDICIONES : LA COMPETENCIA ESTÁ SERVIDA

Bajo es eslogan “Internet a la velocidad del la luz” ha lanzado Iberdrola la posibilidad de acceder a Internet a través de la red eléctrica por medio de la tecnología PLC (Power Line Communication). Con el objetivo de rentabilizar las infraestructuras ya existentes, numerosas compañías eléctricas, como es el caso de Endesa y su experiencia piloto desarrollada en Sevilla y en Barcelona, se han sumado al innovador proyecto que promete un acceso a Internet más veloz y cómodo que el actual. Ésta nueva tecnología transforma la red eléctrica en una red de comunicación de datos, que por medio de la banda ancha ofrece innumerables ventajas a sus usuarios: la velocidad de transmisión aumenta y no es necesaria ninguna línea telefónica ni instalación previa, ya que los enchufes eléctricos se convierten en puertos de comunicación. No obstante, no conviene olvidar que es una tecnología en fase de desarrollo sobre la que se han vertido algunas acusaciones por parte de los radioaficcionados. Éstos la acusan de ocasionar posibles interferencias sobre la transmisión de radio en onda corta.

La tecnología PLC no es nueva en España, ya que las empresas suministradoras llevan desde hace tiempo usando sus propias redes para la transmisión de datos propios e internos. Además, nuestro país no es pionero en este avance, ya que se han desarrollado numerosas experiencias por todo el mundo en países como Alemania, donde según un informe de AUTEL (Asociación Española de Usuarios de Telecomunicaciones) 110.000 hogares disfrutaron de la tecnología PCL. Sin embargo, las fuertes presiones de los que hasta entonces poseían el monopolio de acceso a la red se han dejado notar, imposibilitando el avance y la implantación de la PLC. Volviendo al ejemplo del país alemán, la compañía eléctrica RWE se vio obligada a dejar de ofrecer este servicio por las presiones de Deutsche Telecom. En España Telefónica podría ser una de las grandes perjudicadas. La consolidación de esta nueva tecnología garantiza la competencia entre las compañías telefónicas y las eléctricas. Si la compañía que nos suministra la electricidad nos ofrece al mismo tiempo un servicio PCL que nos permite la conexión a una banda ancha y si la evolución del VoIP (teléfono bajo Internet) llega a consolidarse; la eléctrica estará en igual de condiciones que empresas como Telefónica para ofrecernos unos servicios tradicionales de la telefonía fija. Lo positivo que deberíamos extraer sería que gracias a esta competencia, los intereses económicos de las empresas derivarían en una mejora de sus productos ofrecidos y la búsqueda de innovación, consiguiendo de esta forma el avance tecnológico y que los usuarios siempre salgan beneficiados.

HACIA LA TELEVISIÓN INTERACTIVA

Parecía que en cuestión de interactividad la televisión había perdido la batalla frente al ordenador, máquina a través de la cual la sociedad actual se había acostumbrado a pensar. Sin embargo, el concepto de espectador pasivo es ya una idea del pasado gracias a la aparición de la televisión digital terrestre. La innovación de este proyecto permite a sus usuarios por una parte recibir con mayor calidad más canales y por otra abolir la pasividad del actual homo videns valiéndose de la interactividad que proporciona Internet.

La televisión deja de ser una máquina para perezosos que por medio de un descodificador, aún no muy ofertado en el mercado, recibe las señales emitidas por TVE, Telecinco, Antena 3, Canal Plus, Net Tv y Veo Televisión. Estas dos últimas fueron las pioneras en el campo de la televisión digital terrestre e iniciaron su andadura en el 2002, cuando aún no había receptores acondicionados para recibir la señal. Será a partir del 2010 cuando los españoles puedan beneficiarse de esta nueva tecnología gratuita. Confiemos en que la oferta de contenidos sea más atractiva que la ofrecida por la actual televisión digital de pago, evitando que las cadenas analógicas se limiten a repetir a través de este sistema sus programaciones convencionales.

El escepticismo invade la nueva iniciativa, poco favorecida por la competencia actual que obligará a la televisión digital terrestre a enfrentarse contra grandes titanes como es Internet y la actual oferta televisiva, de dudosa calidad pero con muchos adeptos. Este nuevo soporte, no será más que eso: un nuevo canal de transmisión, ya que los contenidos continuaran dependiendo de los intereses económicos del medio. Según palabras de Luis Miguel Martínez, Profesor Titular de Información Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid: “lo que no asegura la nueva televisión digital terrestre es que los contenidos que veamos vayan a ser obligatoriamente mejores que los actuales.”

VENTAJAS E INCONVENIENTES DEL PERIODISMO DIGITAL

Al igual que la imprenta en el siglo XV favoreció la extensión y difusión de los textos pre-periodísticos, hoy en día la revolución informativa va de la mano de las nuevas tecnologías. Éstas contribuyen a facilitar la labor periodística al profesional, siempre y cuando éste haya sido educado en ellas y conozca todas las posibilidades que ofrecen. Según Giovanni Sartori el lema de la actualidad es “ser digitales” y el periodista se ha propuesto seguirlo al pie de la letra por las ventajas que conlleva para su trabajo, pero sin olvidar los inconvenientes surgidos.

Las capacidades del profesional de los medios para recabar, transformar y producir información se han multiplicado gracias a elementos como las nuevas generaciones de móviles, la videoconferencia, Internet, sistemas GPS, bases de datos... todo un sin fin de elementos multimedia a través de los cuales el nuevo ciberperiodista transmite archivos, sonido, imágenes y textos. De esta forma la información llega a los receptores con mayor velocidad, gracias a nuevos formatos como los diarios digitales

Sin embargo, no todo son halagos hacia el periodismo digital. Tras la celebración del 2º Congreso Internacional de Periodismo Digital numerosos ponentes mostraron su pesimismo antes estos avances. Principalmente Francisco Sierra, coordinador de nuevas tecnologías de los servicios informáticos de Antena 3 TV y Juan Pablo Seijó, director de contenidos de Plus.es, que aludieron al recorte de plantillas como ya había ocurrido en otros medios extranjeros que se adaptaron a las nuevas tecnologías (CNN y New York Times). Siguiendo el halo apocalíptico de E.M. Foster en The Machine Stops, donde imaginó un mundo en el que una red electrónica conectaba a todos, “la máquina funciona […] pero no para nuestros fines.” Después la máquina se rompe y con ella el mundo entero.

LA VOZ DEL CIUDADANO

Partiendo de la noción de ciudadano de nuestra actual democracia, éste tiene voz, vota y participa en los asuntos concernientes a la res publica. La participación ciudadana ha invadido el campo del periodismo, constituyendo una corriente a través de la cual los tradicionales receptores de información pueden elaborar la suya propia valiéndose de ciertos medios de comunicación. Según el estudio We Media realizado por la organización New Directions for News en 2003, el Periodismo Participativo responde al “acto de un ciudadano o grupo que desempeña un rol activo en los procesos de recopilación, cobertura, análisis y difusión de noticias e información.”

El soporte ideal para el desarrollo de esta tipología periodística, sin duda alguna, sería Internet. Plataforma caracterizada por fomentar el intercambio y la retroalimentación entre sus usuarios. A través de este medio la participación activa se ejemplifica con casos como la web Wikipedia, que como bien indica su página de bienvenida es una enciclopedia libre redactada por usuarios de la red, y el diario sur coreano Ohmynews que cuenta en la actualidad con 41 periodistas profesionales y una red de 23.000 ciudadanos que escriben artículos a cambio de pagos de entre 5 y 20 dólares. Por otra parte, merece especial mención el fenómeno de los weblogs o bitácoras (denominados así en España). A través de estos los usuarios pueden actuar como periodistas seleccionando las noticias, valorando la credibilidad de las fuentes, tomando fotografías, construyendo audiencias y en ocasiones llevando a cabo investigaciones propias.

Gracias al Periodismo Participativo se estrecha la relación entre el periodista tradicional y su público, y al mismo tiempo se hace posible la incorporación de nuevas voces al proceso comunicativo. El periodista deja de tener la última palabra en cuanto a la información y ésta pasa a manos de los ciudadanos que aprovechan los nuevos espacios para el debate, la opinión y la información. Sin embargo, no todo lo emitido por un ciudadano puede ser considerado periodismo, ya que en general estos carecen de formación periodística que les facilitaría el análisis y la interpretación de la realidad.